Vivimos en un mundo lleno de olores, aromas y fragancias. Entre ellos, están los de hierbas y flores que poseen aromas que proporcionan placer, disfrute, bienestar y es que a veces con sólo olerlas se siente hasta el alivio de algunas dolencias y estados mentales.
El uso de estos recursos naturales es tan remoto como la civilización misma. El hombre primitivo aprendió sobre ellos de forma intuitiva, por ensayo y error. Hoy, el hombre ha afinado su olfato y aquella ciencia primitiva, ha evolucionado hacia diferentes campos como la aromaterapia.
¿Qué es la Aromaterapia?
La aromaterapia, es una terapia natural que se basa en el uso de sustancias olorosas extraídas de las plantas frescas con finalidad terapéutica. En el contexto de la palabra aromaterapia, se centran: “aroma” que implica “fragancia”, “olor muy agradable” y “terapia” que significa “tratamiento que cura afecciones físicas o mentales”.
Los aceites esenciales son a menudo de efecto muy equilibrante, ayudando al cuerpo a volver desde el estado de desequilibrio conducente a la enfermedad, al equilibrio ideal que representa la salud y el bienestar.
Propiedades terapéuticas de las esencias
ANTISEPTICAS Y ANTIBACTERIANAS
Este grupo de propiedades son las mejor estudiadas en aromaterapia. Los estudios se basan en la práctica de los aromatogramas que permiten testar el efecto antiséptico del mismo modo que se evalúa el poder bactericida de un antibiótico, pero empleando aceites esenciales. El aromatograma permite predecir con exactitud el resultado de un tratamiento aromaterapéutico concreto.
Los aceites esenciales usados en Aromaterapia, tienen gran capacidad para hacer frente a los virus y las bacterias, y nos posibilitan hacer frente a infecciones sin dañar la flora intestinal ni abusar de antibióticos.
A la capacidad antibacteriana, se unen las propiedades antiinfecciosas e inmunoestimulantes presentes en algunas de estas esencias, especialmente interesantes en infecciones recurrentes como las urinarias, bronquitis o candidiasis.
Enumerados de forma creciente la actividad antiséptica de los aceites esenciales está relacionada con el contenido en fenoles (que es el más activo), al que después le siguen en capacidad antiséptica los aldehidos, alcoholes, éteres, y ácidos.
Los aceites esenciales no actúan del mismo modo que los antibióticos, no actúan directamente sobre el patógeno, sino que potencian la curación del propio organismo estimulando las defensas internas, es decir, las esencias actúan sobre el “terreno”.
Los aceites esenciales son muy seguros pero hay que respetar las dosis fisiológicas y terapéuticas.
ANTIVIRALES
Parte de sus propiedades antisépticas y bactericidas, una gran parte de las esencias vegetales están dotadas de propiedades antivíricas, precisamente por la capacidad de estimular los propios mecanismos defensivos (el sistema inmunitario).
ANTIPARASITARIAS
Los más eficaces son aquellos aceites esenciales ricos en fenoles.
ANTIINFLAMATORIAS Y ANTIHISTAMINICAS
Los aceites esenciales actúan como antiinflamatorios desde diferentes mecanismos.
ANALGESICAS Y ANTALGICAS
Existen muchos aceites esenciales que son efectivos contra el dolor. Algunos de ellos contienen salicilato de metilo que es un potente antiinflamatorio como el de Wintergreen (Gaulteria procumbens).
CALMANTES Y ANSIOLITICAS
Son aceites esenciales que actúan a nivel de sistema nervioso con acción sedante.
Algunas aplicaciones útiles:
Cistitis
– 1ml de aceite esencial de clavo de olor (Eugenia caryophyllus)
– 3ml de aceite esencial de laurel (Laurus nobilis)
– 2ml de aceite esencial de manzanilla romana (Chamaemelum nobile)
– 2ml de aceite esencial de albahaca exótica (Ocinum basilicum)
– 70ml de aceite de almendras dulces
Se aplican 8 gotas en el bajo vientre 6 veces al día, de 5 a 7 días.
Candidiasis
Se toman dos cápsulas de aceite esencial de orégano (Origanum compactum) preferiblemente en las comidas, 3 veces al día durante 10 días.
Gripe y resfriados
– 3ml de aceite esencial de árbol del té (Melaleuca alternifolia)
– 3ml de aceite esencial de ravintsara (Cunnamomum camphora qt cineol)
– 1,5ml de aceite esencial de laurel (Laurus nobilis)
Se aplican 10 gotas en el pecho y en la espalda 8 veces al día durante 3 días.
En niños de 3 a 10 años se utilizarán 5 gotas mezcladas con 5 gotas de aceite vegetal de almendras dulces 6 veces al día.
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