Cuando no podemos dormir, o nos despertamos muchas veces por la noche, tan importante es cambiar algunos hábitos, como prestarle atención a nuestra alimentación, ya que hay nutrientes que favorecen la relajación y nos ayudan a conciliar el sueño.
Un adulto sano debería dormir entre 7 y 9 horas cada día, para tener en buenas condiciones su sistema hormonal e inmunitario, y sentirse regenerado y con vitalidad; pero para aproximadamente un 25% de ellos, esto resulta bastante difícil.
Para un buen descanso, necesitamos de los neurotransmisores que influyen en el sueño, serotonina, dopamina, GABA…, así como controlar el estrés, que puede provocar inflamación en el sistema nervioso (cortisol) y anular el efecto de los neurotransmisores necesarios para dormir.
- Ya sabemos que para aliviar el estrés es recomendable hacer algo de ejercicio (evitando las horas de la tarde), que aliviara los niveles de adrenalina y permitirá que la serotonina se produzca.
- Consume durante el día alimentos de gran valor nutricional, evitando el azúcar, los refinados, los estimulantes y las grasas no saludables
- Cena ligero, alimentos de fácil digestión y al menos dos horas antes de acostarte.
- Acuéstate pronto y deja las pantallas bastante antes.
Alimentos que te ayudan a dormir
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- Yuca. Contiene hidratos de carbono y mucha fibra, que te dará sensación de saciedad y ayudará a liberar triptófano en sangre, que a su vez formará la melatonina, imprescindible para dormir.
- Cerezas. Es rica en melatonina, y se pueden encontrar como suplemento
- Cereales integrales. Aportan vitaminas del grupo B, necesarias para convertir el triptófano en melatonina
- Sésamo. Rico en triptófano, pero también en minerales como el magnesio y el calcio.
- Dátiles. Ricos en vitaminas del grupo B, ayudan a calmar el estrés y tienen una alta densidad nutricional.
- Almendras. Contienen calcio y proteinas saludables, además de melatonina. Es mejor tomarlas remojadas para que sean más digestivas.
- Plátano. Uno de los reyes del triptófano, que además contiene potasio y magnesio, indispensables para la relajación muscular.
Libro recomendado: