Cuando no podemos dormir, o nos despertamos muchas veces por la noche, tan importante es cambiar algunos hábitos, como prestarle atención a nuestra alimentación, ya que hay nutrientes que favorecen la relajación y nos ayudan a conciliar el sueño.
Un adulto sano debería dormir entre 7 y 9 horas cada día, para tener en buenas condiciones su sistema hormonal e inmunitario, y sentirse regenerado y con vitalidad; pero para aproximadamente un 25% de ellos, esto resulta bastante difícil.
Para un buen descanso, necesitamos de los neurotransmisores que influyen en el sueño, serotonina, dopamina, GABA…, así como controlar el estrés, que puede provocar inflamación en el sistema nervioso (cortisol) y anular el efecto de los neurotransmisores necesarios para dormir.
Libro recomendado: