Hoy hablamos de la cúrcuma, de sus propiedades y beneficios, y cómo puedes incluirla para cuidar de tu salud.
La cúrcuma posee múltiples propiedades nutricionales, a pesar de ser una gran desconocida.
Aunque últimamente ha ganado algo de popularidad, especialmente como especie para distintas recetas (incluso algunos chefs están utilizándola en la paella como sustituta del azafrán), este polvo amarillento es mucho más que un aromatizador de platos.
La cúrcuma es una planta medicinal perteneciente a la misma familia que el jengibre, cuya raíz tiene un color naranja o amarillo intenso que transformada en polvo se convierte en condimento.
Originaria del Sureste Asiático, lleva siglos siendo utilizada no solo por sus propiedades culinarias, sino también medicinales y estéticas.
Cúrcuma: un potente antioxidante que además estimula el apetito
La cúrcuma es la raíz de la planta con la que se prepara el polvo de curry y se utiliza para colorear los alimentos y aportarles un sabor inconfundible. Posee propiedades terapéuticas de gran valor, ya que su principio activo, la curcumina, es un poderoso antioxidante.
– Estimulante del apetito. Facilita la producción de ácidos en el estómago y con ello la sensación de hambre. Favorece las digestiones de las comidas pesadas y evita la hinchazón. Conviene utilizar la especia en tintura o comprimidos, media hora antes de la comida y la cena.
– Antioxidante. Gracias a sus sustancias polifenólicas, es un poderoso antioxidante, situándose al nivel de las vitaminas A, C y E, y por tanto, previniendo el envejecimiento prematuro de las células frente a la acción del exceso de radicales libres producidos por nuestro organismo.
– Para hígado y vesícula. En la medicina ayurvédica y en la tradicional china se utiliza como reconstituyente del hígado y vesícula biliar, así como en los dolores y trastornos menstruales. Hoy en día se ha demostrado que la curcumina fluidifica el líquido biliar, a la vez que inhibe la proliferación del virus de la hepatitis y evita su fusión con las células.
– Antiinflamatoria. Constituye un tratamiento alternativo de valor sobre los procesos artríticos, logrando un importante alivio del dolor.
– Fibrosis quística. Por último, la cúrcuma se ha revelado como una terapia de gran valor en el tratamiento de la fibrosis quística, una enfermedad crónica que afecta fundamentalmente a las vías respiratorias. Colabora en la expulsión de la mucosidad acumulada y mejora la calidad de vida del enfermo.
Precauciones a la hora de incluir cúrcuma en tu día a día
Ten en cuenta que no deben tomar cúrcuma aquellas personas que padezcan de úlcera gastroduodenal activa. Además, los enfermos de obstrucción severa de las vías biliares deberían consultar a su especialista antes de tratarse con cúrcuma.
En los casos en los que deba utilizarse como tratamiento prioritario, se puede tomar una dosis media de 2 g/día, o en tintura 40 gotas diluidas en agua tres veces al día.
La cúrcuma puede tomarse añadida a ensaladas, guisos y estofados. También como infusión, en cápsulas o en gel.
La cúrcuma es una aliada para problemas de piel como psoriasis o incluso quemaduras.
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