Por Victoria Pérez | Salud Natural
Contenido
Los alimentos que incluyes en tu menú diario tienen un papel fundamental en la manera en la que te sientes.
Muchas veces nos sentimos llenos de apatía, agotados y sin fuerza para terminar el día, y no somos conscientes de que la alimentación puede estar influyendo y mucho.
Nuestro organismo modula el estado de ánimo a través de los neurotransmisores, que son sustancias químicas que transmiten señales por todo nuestro cuerpo y son sintetizados principalmente a partir de los alimentos que comemos.
Entre estos neurotransmisores hay algunos que afectan directamente al estado de ánimo, como son la serotonina, la dopamina, las endorfinas o la noradrenalina.
Sin duda, saber qué comer para sentirte mejor y levar una alimentación saludable es siempre fundamental para nuestra salud, pero a menudo desconocemos que además puede aportarnos, o en caso de carencias perjudicar, en otros aspectos como el emocional.
Nuestras emociones, fundamentalmente, son el resultado de un movimiento químico muy complejo en nuestro organismo.
Alimentos que propicien la formación y asimilación de serotonina y endorfinas (las hormonas de la felicidad), nos harán sentir mucho más relajados y optimistas.
Si quieres saber qué comer para sentirte mejor, los alimentos con alto contenido en triptófano serán tus aliados para mejorar tu estado de ánimo.
El tiptófano, necesario para sintetizar la serotonina, está presente en:
La carencia de triptófano puede hacernos vulnerables al estrés y el insomnio, y provocarnos problemas de ansiedad.
Sobre todo, hay dos grupos de alimentos que, además de ser totalmente innecesarios para nuestro organismo y provocar muchos otros desórdenes, son nefastos para nuestra tranquilidad y estabilidad emocional:
En general, cualquier alimento que produzca inflamación o carencia nutricional dificulta la producción de los neurotransmisores que necesitamos para sentirnos bien, relajados y con buen ánimo.
Las investigaciones científicas indican que 1 de cada 4 pacientes afectados por una depresión tiene carencias de vitaminas B2, B6, B9 (ácido fólico) y B12.
En otro estudio se observaron carencias de vitamina B6 en el 79% de las personas con depresión y sólo en el 29% de quienes estaban libres de ella.
La carencia de vitaminas del grupo B está asociada a estados de confusión mental y mal humor, que se ha comprobado que remite al poco tiempo de volver a tomarla.
Para mantener niveles óptimos de este grupo de vitaminas, debemos consumir:
Los niveles bajos de vitamina D también se asocian a estados de ansiedad y mal humor.
Esta vitamina ayuda a mantener las funciones intelectuales en las personas mayores, y suaviza los síntomas emocionales del síndrome premenstrual.
La vitamina D es fundamental para regular la serotonina en el cerebro.
Por otra parte, la carencia de vitamina C, además de comprometer el buen funcionamiento del sistema inmunológico, también provoca sensación de fatiga y tristeza
El zinc, magnesio, calcio y selenio son minerales directamente relacionados con la producción y uso de los neurotransmisores como la serotonina y las endorfinas, y su carencia está también relacionada con los estados de tristeza, ansiedad, insomnio y depresión.
El marisco, pescado, las nueces o las semillas de calabaza son buenas fuentes de zinc y magnesio.
En algunas situaciones, puedes tratar de comer para sentirte mejor pero no lograr la ingesta necesaria de vitaminas, y es ahí cuando es interesante valorar tomar algún suplemento de vitaminas y minerales específicos que ayuden a levantar el ánimo y calmar los nervios.
Aquí te dejo una lista de los que recomiendo, aunque recuerda que siempre es mejor tomar esa decisión con la ayuda de un especialista.
Si te gustaría mejorar tu calidad de vida gracias a la alimentación o acompañar a otras personas para que consigan hacerlo, te invito a ver nuestra formación en Dietética y Nutrición.
Con este monográfico obtendrás los conocimientos necesarios para pautar una alimentación equilibrada, tanto para ti como para otras personas si quieres dedicarte a ello de forma profesional o complementar tu profesión actual.
No olvides que la salud empieza en nuestro plato.