Te verde. El té verde son las hojas de la planta del té, simplemente secadas y sin fermentar. En muchas poblaciones de Asia se consume una o varias veces al día y no se han observado efectos indeseables. Los estudios indican que la epigalocatequina del té verde es un buen complemento en el tratamiento de la obesidad, ya que puede incrementar el metabolismo calórico y la degradación de las grasas. La dosis puede variar entre una y seis tazas diarias, calculando que cada una aporta unos 80 mg de cafeína y una cantidad equiparable de polifenoles con acción medicinal. Además previene la aterosclerosis, el cáncer y los eritemas de la piel, y mejora la atención.