marzo 10, 2021
iridologia

La iridología es un método que permite evaluar el estado de salud física y energética examinando el aspecto del ojo, en particular del iris.

¿Y cómo es posible determinar eso? ¿Cómo se puede llegar a un diagnóstico a través del iris?

Si tú también te estás preguntando esto, quédate porque a continuación te lo contamos todo. 

 

La iridología: definición 

 

La definición de la enciclopedia Larousse sobre el término iridología es: Método que intenta determinar, mediante el reconocimiento o examen del iris, el origen y naturaleza de dolencias y lesiones orgánicas que existen en otras partes del cuerpo humano. 

 

En efecto, el iris se encuentra en comunicación con el sistema cerebro-espinal y simpático, de manera que toda alteración del equilibrio corporal puede dar lugar a su nivel a una dilatación o una contracción de los ciliares, o a una contracción o relajamiento del músculo indiano.

 

Larousse médico, por su parte, define como: Método de diagnóstico que se apoya sobre un reconocimiento minucioso del iris. Este método se basa en una teoría que afirma la existencia de una correspondencia entre los diferentes estados patológicos y los detalles de la estructura del iris.

Los naturópatas pueden identificar los desórdenes y predecir los futuros estudiando el color, el estado y las marcas en el iris del paciente. 

Para ello, utilizan una cámara con lente especial para tomar una diapositiva o foto de cada iris y poder analizarlos así en detalle.

El diagnóstico por el iris

El iris es la parte coloreada del ojo, y por esto se le ha dado el nombre de iris,

alusivo al arco iris o arco coloreado de siete colores.

 

Pero anatómicamente el iris es solo una membrana, derivada de otra membrana mayor llamada la “coroides”, que, al entrar en la cámara anterior del ojo, forma delante del cristalino un tabique circular, con un agujero en su centro, y este agujero u orificio es la pupila (llamada vulgarmente la niña del ojo).

La función del iris es graduar el paso de la luz a través de la pupila, cerrando o abriendo este orificio, análogamente a como funciona el diafragma de una cámara fotográfica. La cara o superficie posterior del iris está tapizada por la retina, membrana de estructura nerviosa formada por la expansión o reticulación de las fibras terminales del nervio óptico.

El iris consta de miles de terminaciones nerviosas que están ligadas a todos los órganos y tejidos. Por eso cuando hay un desorden se «mancha» o se decolora la parte correspondiente.

Cada iris refleja el estado de su lado del cuerpo. Los colores apuntan además tendencias generales del individuo: por ejemplo, un punto débil de las personas con ojos marrones puede ser el sistema circulatorio, mientras que los ojos azules se asociarían con problemas alérgicos y exceso de mucosidad.

Las diferentes zonas del iris se corresponden con distintas partes del cuerpo. Los ojos oscuros, con iris uniforme, indican constitución fuerte. En los claros, unas fibras radiales deshilachadas reflejan una salud vulnerable. En general, las manchas blancas indican inflamación y un borde oscuro indica presencia de toxinas.

La lectura e interpretación iridológica se puede realizar a partir de los siete meses de edad, con las limitaciones que impongan la patología propia del globo ocular o de las enfermedades de tipo oftálmico. También, las derivadas de accidentes, lesiones o enfermedades propias, por ejemplo, la carencia de glóbulo ocular, un iris albino, tumores, etc. 

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Victoria Pérez

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Sobre la autora

Soy Victoria Pérez y trabajo con estudiantes y profesionales de las terapias naturales y la gestión emocional para completar su formación y acompañarles mientras construyen su sueño de tener una consulta viva, rentable y a su estilo.