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Gripes, indigestiones, dolores, son dolencias comunes para las que no tenemos por qué recurrir sin remedio a fármacos. En general, abusamos de antibióticos y antiinflamatorios sintéticos, y nos obligan en muchos casos a tomar protectores de estómago.
Las plantas son una gran ayuda para fortalecer el organismo y tratar enfermedades tanto físicas como psíquicas, preparando remedios naturales, sin los efectos secundarios de los medicamentos de síntesis.
En nuestro módulo de Fitoterapia, que forma parte de la titulación de Naturopatía, puedes aprender a utilizar de forma profesional todas estas plantas. Y aquí tienes una selección de plantas para tus remedios naturales:
Esta planta que proviene del sur de África es la más recomendada para bajar la inflamación y aliviar el dolor reumático. Se indica en casos de artritis reumatoide y artrosis, lumbalgias, ciáticas y ataques de gota. Además, es útil si hay espasmos gastrointestinales, para disminuir colesterol y grasa en la sangre, Es también un buen recurso para estimular el apetito, al ser una planta amarga y ayuda a eliminar el ácido úrico.
Está contraindicado en el embarazo y en caso de gastritis, úlcera o colon irritable.
Es excelente para aliviar problemas dermatológicos, como quemaduras, heridas, úlceras, eccemas, forúnculos, granos, herpes y hongos. Es también eficaz contra las picaduras de insectos y para tratar varices y sabañones.
Si se toma ayuda a aliviar las molestias menstruales o las indigestiones, incluso los parásitos intestinales, aunque esta desaconsejado en el embarazo y lactancia tomarlo por vía interna.
Es muy utilizada en la elaboración de cremas y pomadas para la piel.
Es una planta depurativa y desintoxicante, muy utilizada para intoxicaciones alimentarias y hepatobiliares, digestiones pesadas o cólicos. Puede ayudar a prevenir cálculos biliares por su efecto diurético, y apoyar los tratamientos para la hipertensión y el ácido úrico, edemas y retención de líquidos.
Al ser depurativo, puede combatir también problemas de piel, como acné, eccemas y otras impurezas.
Calma los estados de irritabilidad nerviosa, la ansiedad leve y te ayuda cuando te cuesta dormir por el estrés, o tienes jaquecas o indigestión por las preocupaciones.
También sirve como remedio natural contra la tensión muscular y el dolor lumbar, o los dolores menstruales y los nervios en la premenopausia.
Utilízala para prevenir infecciones del aparato respiratorio, como gripes, bronquitis o faringitis.
Ayuda a las personas propensas a tener problemas de alergias en primavera, y alivia el dolor de oídos o garganta.
Sirve también para curar heridas de la piel, quemaduras, herpes y granos.
Una infusión de té verde es un buen remedio para la astenia, el agotamiento, la falta de motivación o la debilidad física.
Ayuda a reducir el colesterol y previene trombos y arteriosclerosis. Es beneficioso para corregir la diabetes y combate la obesidad y la celulitis.
Para controlar el ritmo cardíaco, la taquicardia, palpitaciones y la hipertensión arterial. Sirve para ayudar a prevenir anginas de pecho y arteriosclerosis.
Se utiliza también en casos de úlceras por estrés, el dolor muscular o la tensión menstrual
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