Cuando el estrés está manejando tu vida, sientes que las obligaciones te comienzan a superar poco a poco. Responsabilidades en el trabajo que te exigen dar más de ti, compromisos en tu vida personal a los que no quieres faltar…
y miles de promesas fallidas de que esta situación tiene que cambiar.
En ese momento el cuerpo comienza a enviarte las primeras señales de que el estrés está haciendo su efecto.
Cuando estás estresado, tu cuerpo trabaja horas extra para enfrentarse a los desafíos del día a día. Y esto, mantenido durante un tiempo, puede llegar a ocasionar graves problemas de salud.
Recupera el control de tu vida y gánale el pulso al estrés con estos sencillos consejos.
¿Qué es lo que te estresa?
El estrés se va acumulando en nuestro interior y nos empieza a pasar factura. Se ha demostrado que cuando empieza a amontonarse dentro de ti, se convierte en un importante factor desencadenante de depresión y síntomas físicos. Ante una situación así, lo primero que tienes que hacer para controlarlo es buscar qué es exactamente lo que te estresa.
Hay algunos motivos que parecen más obvios que otros, ya que son más comunes. Sin embargo, hay otros muchos que tal vez no estés teniendo en cuenta y que te estén ocasionando malestar.
El estrés es un factor desencadenante de la depresión y otras muchas enfermedades. No permitas que se acumule en tu interior: ¡gánale el pulso! Share on XEntre los motivos más frecuentes de estrés, se encuentra el trabajo. Las prisas, responsabilidades, mal ambiente con otros compañeros e incluso las expectativas son una fuente segura de estrés.
La carga mental que todo esto puede generar hace que los motivos laborales se encuentren en el top de la lista de motivos que nos estresan.
Pero existen otras muchas. Por ejemplo, las pérdidas. Ver fallecer a un ser querido es una de las situaciones que más estrés nos genera. Del mismo modo que nos lo genera la ruptura de una pareja sentimental.
El proceso de adaptación que tenemos que vivir durante el duelo generan emociones que nos causan ansiedad, miedo y tristeza. Y todo ello se traduce en estrés.
En general, podríamos considerar que cualquier pérdida nos genera una etapa de estrés, al igual que lo hace un cambio. El probable que en una mudanza, por ejemplo, sintamos estrés en la misma medida que lo sentimos cuando perdemos un trabajo o comenzamos uno nuevo.
¿Te has preguntado alguna vez por qué algunas personas se estresan más que otras en la misma situación? Las personas que son capaces de detectar los factores que les generan estrés y gestionar correctamente la carga mental que ocasiona, logran vivir una situación estresante de una mejor manera.
Para hacerlo, descubre qué es lo que te está estresando. Ya sean acontecimientos pasajeros o puntuales, como situaciones sostenidas en el tiempo, es necesario que identifiques todo lo que perturba tu tranquilidad.
Una vez detectado, toca actuar. Los síntomas físicos que el cuerpo te está enviando puede ser un sabio indicador de las situaciones que te perjudican: tensión en los hombros o en el cuello cuando sales de trabajar, apretar los puños cuando tienes que estar con una persona o insomnio cuando tienes que enfrentarte a una situación serán pistas muy valiosas.
Lo ideal sería tratar de evitar esas situaciones con tal de proteger nuestro bienestar. Sin embargo, en ocasiones esto es imposible.
Pero lo que sí puedes hacer es tratar de cambiar la manera en la que te enfrentas a estas situaciones.
El secreto para manejar el estrés
Tienes a tu alcance muchísimas técnicas para manejar el estrés. El único secreto detrás de todas estas técnicas se trata de cuidarse a sí mismo.
Para ello, puedes comenzar a utilizar estas técnicas:
Aprende a decir que no
Saber negarte cuando la ocasión lo requiera hará que tu nivel de estrés disminuya considerablemente. De nada vale decirles que sí a otros, cuando el no te lo estás diciendo a ti mismo.
Desconectar
Saber disfrutar de los momentos libres, fuera de todo aquello que te genera estrés (¿ves ahora lo útil que resulta detectar lo que te estresa?) conseguirá que todas las tensiones acumuladas disminuyan muchísimo. Reserva un poco de tiempo cada día para ti, para hacer algo que realmente te guste y que le dé sentido a todo esto.
Hacer ejercicio
Para que tu mente y tu cuerpo estén en sintonía, mejores tu estado de ánimo gracias a la endorfina y te sientas más optimista para alcanzar todo lo que te propones, necesitas moverte. El estrés se elimina haciendo ejercicio. Si no lo has probado, hazlo.
Medita
Unos minutos de meditación al día conseguirán que tus niveles de estrés sean manejables. Está demostrado que los ejercicios que incluyen algún tipo de meditación, como por ejemplo la respiración consciente, los estiramientos o pensamientos guiados hacen que tu mente esté en calma durante el resto del día, además de mantenerte mucho más centrado en tus tareas. Esto hace que seas más productivo, saques adelante más tareas, y con ello tu nivel de estrés disminuya aún más.
No subestimes el poder de la risa
Los efectos que tiene reir en tu cuerpo son más que beneficiosos. La risa es un antídoto perfecto contra la tensión acumulada, causando un efecto parecido al de un analgésico. Las endorfinas y encefalinas que se liberan permiten que tu cuerpo libere las tensiones que el estrés le ocasionan.
Cuida tu alimentación
La naturopatía siempre es una gran aliada para ayudarnos a combatir todo tipo de contratiempos. Y, como no podía ser de otra manera, con el estrés.
La alimentación puede ayudarte en esta tarea. Evitar el consumo de alimentos excitantes y sustituirlos por otros de fácil digestión o que ejercen una acción sedante es una medida sencilla para alejar el estrés. Aquí te dejo 7 alimentos relajantes para ayudarte a combatir el estrés.
Y, por supuesto, siempre que puedas, aléjate de los factores que te están estresando. Siempre que comiences a sentirte abrumado por todo lo que te rodea, date un respiro.
Tu cuerpo y tu salud te lo agradecerán.
¿Alguna vez has sentido que el estrés manejaba tu vida? ¿Utilizas alguna otra técnica para recuperar tu bienestar?