septiembre 24, 2014
equilibrio de alimentos ácidos y alcalinos

¿Qué es el equilibrio ácido-base en el cuerpo?

Ph son las siglas de potencial Hidrógeno, y es la medida de acidez o alcalinidad, en una escala que va de 0 a 14, donde 0 es el extremo ácido, y 14 el máximo de alcalinidad. El agua destilada tendría un pH neutro de 7.

En nuestro organismo conviven zonas con muy distintos pH. Desde los ácidos estomacales, que suelen estar en 3,5 – 4 (con un pH mayor sentimos pesadez estomacal, ya que no hay un medio lo suficientemente ácido como para procesar los alimentos), la sangre, con un Ph de 7,35 – 7,45 (un rango muy exacto que nuestro organismo tiene mecanismos para mantener), o el de la orina, que varía de la mañana (más ácido) a la tarde (más alcalino), en función del tipo de desechos que contenga en el momento.

Durante los últimos años, hemos oído hablar mucho de la necesidad de seguir una dieta alcalina como método de depuración del organismo, debido a que los cambios de costumbres alimenticias, estaban provocando el aumento de enfermedades como el reuma o la artrosis entre otras. El ejemplo más llamativo es que las células cancerígenas, viven en un medio sin oxígeno y muy ácido.

A la vista de esto, parecía lógico pensar que llevar una dieta fundamentalmente compuesta por alimentos alcalinos era lo mejor para nosotros. Pero cuando lo analizamos bien, hay puntos que no tienen sentido y que carecen de fundamento.

Es cierto que, con la vida que llevamos, nuestro consumo de químicos, comida procesada o comida animal hormonada y los altos niveles de estrés, nuestro cuerpo puede registrar niveles de acidez más altos en orina, pero eso no significa que el resto de nuestro cuerpo haya variado su pH.

El rango de pH de la sangre (7,35-7,45) es siempre constante y nuestro organismo posee mecanismos de regulación para que sea así, ya que de lo contrario, los casos de muerte por acidez metabólica serían miles. Así que, no es cierto que una dieta no alcalina acidifique nuestra sangre. Los alimentos no modifican el pH de la sangre.

Algo usual entre los seguidores de este tipo de alimentación es medir el pH de su saliva y su orina, cuando ninguno de estos dos parámetros son indicadores de la acidez de ninguna otra parte del cuerpo y mucho menos de la sangre. Que la orina esté alcalina, sólo significa que no hemos ingerido productos con desechos ácidos y por tanto no están presentes, pero eso no tiene nada que ver con el pH del resto del organismo, ni con su bienestar.

Otra creencia extendida por los seguidores de este tipo de dieta es que el  exceso de alimentos que al metabolizarse formen ácidos, provoca mucosidad y crea un campo fértil para los virus y las bacterias.

El cuerpo tiene mecanismos naturales para mantener la alcalinidad necesaria, e incluso la respiración puede ayudar a controlarla pero una mala dieta y el estrés son factores que acidifican el medio de nuestro organismo, y favorecen la aparición de enfermedad y fatiga. El cuerpo necesita oxígeno, hidratación y luz en sus células, y esto lo conseguimos con alimentos y costumbres limpios, que devuelvan al organismo su estado natural.

Para poder mantener el Ph alcalino correcto en nuestro organismo la dieta debe tener entre un 70% y un 80% de alimentos alcalinos y no más de un 20-30% de alimentos acidificantes.

Son alimentos acidificantes el café, carne, harinas refinadas, azúcar, lácteos, gaseosas y edulcorantes artificiales

Son alimentos alcalinos las hortalizas, frutas (sobre todo el limón), verduras, castañas, té verde, aceites de primera presión en frio, miso, tamari….

Es una gran idea replantearnos nuestros hábitos, como parte de un proceso de transformación, recuperando asi la conciencia de nosotros mismos y la conexión con nuestro cuerpo.

No obstante, debemos considerar que lo ideal es el equilibrio. Los arándanos, por ejemplo, hacen la orina más ácida, pero sabemos que son excelentes para combatir las infecciones urinarias, que en este caso pueden darse en un medio excesivamente alcalino.

Y por último, no debemos olvidar que el resto de nuestro hábitos, debe contribuir a éste equilibrio. La meditación, la respiración consciente y el ejercicio equilibrado, son factores importantes para mantener este equilibrio ácido/alcalino.

La salud es un concepto amplio en el que intervienen aspectos biológicos, físicos, químicos, emocionales, climáticos, sociales. La visión de conjunto (no la unilateral) sobre la alimentación es imprescindible para mantener la salud.

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Victoria Pérez

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Sobre la autora

Soy Victoria Pérez y trabajo con estudiantes y profesionales de las terapias naturales y la gestión emocional para completar su formación y acompañarles mientras construyen su sueño de tener una consulta viva, rentable y a su estilo.