Almendra
Las semillas del almendro son ricas en proteínas (13,3 %), grasas monoinsaturadas (11%), minerales y vitaminas del grupo B y E. Además son uno de los alimentos vegetales más ricos en calcio (247mg / 100g) y aportán buenas cantidades de fósforo, magnesio y oligoelementos como el zinc, el cobre y el manganeso.
Semillas de amapola
Estos pequeños frutos negros que se encuentran en las cápsulas de la amapola constituyen un nutriente excepcional para el organismo. Aportan buenas dosis de calcio y otros minerales como magnesio, hierro, sodio y fósforo. Además son sedantes y antitusivas.
25 gr. de esta semilla contienen 300 mg de calcio, tanto como un vaso de leche.
Deben su dulzor a su riqueza en hidratos de carbono, concentrados tras haber perdido gran parte de su agua. 50 grs de higos secos cubre el 10% de las necesidades diarias, además de la energía que aportan, suavizan las mucosas y ayudan a regular el tránsito intestinal.
Yogur
Su contenido en vitamina D ayuda a asimilar el calcio que contienen. Aportan 120mg / 100 grs., se digieren muy bien y nutren la flora intestinal. El ph del yogur facilita la ionización del calcio e inhibe elementos que interfieren en su asimilación.
Hay que tener en cuenta siempre elegirlo ecológico y de primera calidad.
Berro
Ciertos vegetales de hoja verde constituyen una buena fuente de calcio, además de aportar azufre, muchos otros minerales, betacaroteno y vitaminas del grupo B. Los berros aportan 180 mg por cada 100 grs., junto con la col verde, el brécol y las espinacas. Además son diuréticos y depurativos.
Alga Iziki
Las algas son un buen recurso para incrementar los aportes de calcio, ya que lo contienen en abundancia. El alga iziki aporta 1400 mg / 100 gr. Además aporta proteínas, hierro, vitaminas A y B y oligoelementos que equilibran el nivel de azúcar en la sangre. Otras algas ricas en calcio son la wakame, arame y kombu.
Sésamo
Las semillas de sésamo son uno de los alimentos vegetales más ricos en calcio (975 mg/100 gr). Proporcionan también fibra, vitamina E y del grupo B. Deben consumirse mejor ligeramente tostadas y trituradas, como en el tahín.